jueves, 12 de junio de 2008

yo soy bea

PELILLOS A LA MAR Viernes 6 de junio de 2008
He tomado una decisión: quiero cambiar. Es cierto que siempre he defendido que la belleza está en el interior y que nuestro aspecto no es más que un mero adorno superficial, pero ya no tengo duda alguna: quiero estar adornada. Tan adornada como un árbol de navidad el 25 de diciembre. Y esto no significa que vaya a plantarme un lazo en la cabeza y a pintarme como una puerta. Simplemente quiero cuidar un poquito mi imagen, tampoco pido tanto, con parecerme un poco más a un cuadro de Velázquez que a uno de Picasso, me conformo. Quiero ser una persona normal, que la gente no tenga que mirarme dos veces para confirmar que es cierto, que realmente existe una persona tan fea como yo. Quiero dejar de ser un esperpento y convertirme en un obelisco de sobriedad y elegancia. ¿Creéis que algún día lo conseguiré? Al menos esta vez puedo contar con el criterio de mi gran amiga Be, que qué queréis que os diga, me inspira bastante seguridad. Yo sé que Chali lo intentó con todas sus fuerzas y que trató de que destacara en el concurso de misses (he de decir que consiguió su cometido, pero no como ella había esperado…) pero Be me conoce a la perfección y sabe que no quiero ni florituras ni mucho menos llamar la atención, solo convertirme en algo fácil de ver, que no dañe los ojos. Pero lo más importante es que si ya me propuesto cambiar de vida, ¿por qué no empezar cambiando de imagen? Si me arrepiento siempre estaré a tiempo de recolocarme las gafas. El aparato no sé si podré quitármelo, supongo que dependerá del dentista, pero me haría tanta ilusión… sentir mis dientes otra vez, poder acariciarlos con la lengua, y sobre todo, poder sonreír sin complejos. Feonautas, ha llegado el momento, dentro de poco estará ante vosotros una nueva Bea… una Bea normal y corriente que no irá llamando la atención por ser más fea que picio, ni por ninguna otra cosa. Simplemente pasaré desapercibida, que es lo que más ansío. Tengo tantas ganas de cambiar que ya me he arrancado mi primer pelo de las cejas… eso sí, con lo mal que lo he pasado, no sé si tendré fuerzas para extirpar las decenas de pelos restantes, ¿o debería decir cientos? Si, feonautas, tengo las cejas más pobladas que el bigote de Groucho Marx, pero lo importante es que ya se ha producido mi primer cambio. Soy una nueva Bea, con un pelo menos en las cejas. Ya comienzo a sentirme diferente. Hasta mañana feonautas. Una fea con un pelo menos.

No hay comentarios: