miércoles, 25 de junio de 2008

yo soy bea

¿MADRID O MIAMI? Miércoles 18 de junio de 2008
Queridos feonautas: Ayer os conté que una editorial estaba interesada en publicar mi blog. Hoy añado, que uno de los requisitos es que viaje con ellos hasta Miami y me quede allí durante un tiempo. Quieren traducir mis escritos al inglés. No puedo decir que la idea, como diría Florentino Fernández, no me congratule, pero marcharme fuera del país es algo que no me había planteado últimamente. Al terminar la carrera me imaginaba trabajando para una multinacional, cambiando de destino cada dos años, conociendo los lugares más exóticos de la esfera terrestre. Sin embargo, los acontecimientos fueron ocurriendo como una cadena. Termino carrera, máster, otro máster, Bulevar… ¿Cómo iba a abandonar mi primer puesto de trabajo? Además, ahora que me he acomodado, que tengo mi vida aquí, todos mis amigos… me cuesta imaginarme tan lejos. Pero supongo que todo es cuestión de mentalizarse. ¿Y qué mejor forma de cambiar de vida que cambiar de país? Parece que es el sino de los trabajadores de Bulevar, terminar cuanto más lejos de la revista, mejor. Chusa en el petrolero, la Barbi en Bollywood, y yo, en Miami. Es como si Bulevar 21 fuera una lanzadera hacia la conquista del resto del mundo. No quiero ni imaginar la cara que pondrá mi padre cuando le comente la oferta, probablemente me ate a la pata de la cama para que no pueda marcharme. Está acostumbrado a tenerme cerca y, aunque sé que Carol lo cuida con mucho cariño, se me empañan los ojos cada vez que me imagino tan lejos de él. Eso por no mencionar al Innombrable. Tomar esta decisión supone decirle adiós para siempre. El mundo es pequeño y a veces te sorprende, pero no creo que sea tan chistoso como para permitir que nuestros caminos se crucen en otro continente. Quién sabe, quizá estemos destinados a no volver a vernos jamás, o lo mismo, es la primera persona con la que tropiezo nada más poner un pie sobre suelo americano. Ojalá tuviera una bola de cristal que me dijera qué debo hacer, ojalá me permitiera ver mi vida de uno u otro modo y después elegir. Pero supongo que eso es lo que nos hace humanos, el hecho de tomar decisiones. Y cada pequeña elección es un reflejo de nosotros mismos como personas. El problema es que en mi reloj tan solo quedan los últimos granos de arena… Hasta mañana feonautas. Una fea obligada a decidir

No hay comentarios: