jueves, 12 de junio de 2008

yo soy bea

HASTA SIEMPRE FEONAUTAS Martes 3 de junio de 2008
Queridos feonautas:Apenas puedo teclear en el ordenador. Estoy tan sumamente destrozada que he perdido la movilidad en cada una de mis articulaciones. Es en estos momentos de flaqueza cuando más echo de menos a mi madre. Llevo sufriendo el escarnio público desde que apenas tenía seis años, la diferencia es que entonces ella estaba allí para consolarme. Mi madre siempre tenía las palabras apropiadas, siempre decía lo que tenía que decir para hacerme sentir mejor. Si una cosa aprendí de ella, es que cuando uno se cae tiene que volver a levantarse, que hay que enfrentarse a los problemas de la vida con la cabeza bien alta. Mi padre ha tratado siempre de protegerme al fin y al cabo soy su niña, su única niña. Sin embargo, por mucho que lo haya intentado, por mucho que haya tratado de mantenerme al margen de las maldades del mundo, yo tengo una vida propia, y yo solita me he metido en el barro hasta las cejas, y supongo que eso significa que yo misma debo salir de él…
Feoanutas, puede que mi madre no esté aquí físicamente, pero de algún modo yo la siento a mi lado, y pienso hacer todo lo que me enseñó. Ha llegado la hora de coger el toro por los cuernos. Aunque haya sido un golpe atroz y el Innombrable sea más innombrable que nunca, es inútil compadecerse. Ya me he lamido las heridas, toca levantarse y seguir adelante, creedme sé lo que tengo que hacer. En esta vida se aprende sufriendo y voy a empezar a aplicar mis conocimientos. Se acabó confiar en quien no lo merece, se acabó dar lo mejor de mí para recibir a cambio solo desprecio y dolor. Ahora es momento de emprender un nuevo camino. Feonautas, no os preocupéis por mí. Sé muy bien lo que tengo que hacer. Pero eso no significa que tenga que enterrar por completo esta etapa. No todo han sido sinsabores y decepciones, he conocido seres humanos extraordinarios que me han querido y apoyado, a los que siempre llevaré en mi corazón, junto con las lecciones que me enseñaron. La alegría de vivir, la solidaridad, la capacidad de superación, la dignidad, y sobre todo, el inmenso valor de la amistad, sin la que nada en esta vida tendría sentido. Feonautas, gracias por estar siempre ahí, pendientes de mis alegrías y de mis penas. Ha llegado el momento de mi despedida, algún día tienen que acabar las cosas viejas, para que puedan comenzar las nuevas. Hoy es ese día: el último de esta historia. Estas son las últimas líneas que escribo en mi blog. Hasta siempre feonautas. Una fea destrozada

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